Con buenas propiedades para la salud, rica en minerales como el hierro y el magnesio, también tiene vitaminas A y C.
Las espinacas se consumen tanto en crudo como cocinadas. En crudo son muy usuales las elaboraciones de ensaladas, aprovechando todas las propiedades y riquezas que ofrece la planta. En la cocina generalmente se preparan al vapor ya que conservan la mayoría de sus nutrientes, hervidas tan sólo 5 minutos, fritas, salteadas, al horno, etc. Como entrante combinan salteadas con ajos, cebolla y morcilla. También se suelen añadir en tortillas, menestras, cremas o purés, además de como ingrediente de platos de pescado como el pastel de bonito o de bacalao.
Sus hojas con más grandes, más lisas y más tiernas que otras variedades. Son más fáciles de lavar. Es un excelente recurso natural de vitaminas, fibras y minerales, que, en comparación con las carnes, aporta pocas calorías y no contiene grasas. Es también rica en fitonutrientes, especialmente el beta-caroteno y la luteína, convirtiéndola en un vegetal con propiedades antioxidantes que nos protegen del daño celular. Además, intervienen en la formación de colágeno, glóbulos rojos, por lo que está indicada para el tratamiento de anemias, glóbulos blancos, absorción del hierro de los alimentos, así como en la resistencia ante infecciones. Sus tallos son más ricos en fibra que las hojas. Aumenta la fuerza muscular, ayuda a bajar de peso, Promueve la energía y vitalidad, mejora la visión, mantiene la presión arterial balanceada, entre otras características que hacen de la espinaca un vegetal necesario en nuestra dieta.
Ingredientes
Preparación